Los paneles solares fotovoltaicos son dispositivos que nos ayudan a aprovechar una de las energías renovables más eficientes y populares en el mundo como lo es la energía solar.
Optar por implementar un sistema solar en nuestro hogar, negocio o empresa si bien representa una inversión considerable nos asegura una recuperación de la inversión en un mediano plazo para que pueda empezar a representar ahorros o ganancias según el propósito de diseño del sistema.
Existen distintos tipos de paneles solares y entre los más comunes están:
- Monocristalinos: el material de las celdas es totalmente de silicio por lo cual el proceso de fabricación de los paneles es más costosa, sin embargo son ligeramente más eficientes que los policritalinos.
- Policristalinos: las celdas de silicio policristalino también utiliza estructuras de silicio como base, pero a diferencia de las monocristalinas, éstas proceden del corte de un bloque de silicio que está formado por muchos pequeños cristales de silicio y presenta una mayor heterogeneidad.
- Amorfos: este tipo de paneles se elaboran depositando en forma de vapor una película de silicio sobre una superficie de acero, son ideales para lugares donde no cuentan con mucha presencia de radiación solar en todo momento sino que hay una constante nubosidad y también tienen una alta resistencia a los calentamientos a diferencia de los policristalinos y monocristalinos.